Tuve la experiencia más amarga e inimaginable de mi vida. Hoy día sigo con el cuerpo presente en aquel día. Todo iba bien aquella noche hasta que me monte en aquel coche... Creía que controlaba y que podría llevarlo. Me monté con un colega en el coche para ir a comprar al supermercado y jamás volvimos... Un golpe con el coche dejó a una hija de 2 años sin su padre y la pena de unos padres presentes en el réquiem de su hijo de 19 años.
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